martes, 15 de noviembre de 2011

Publicado por Redacción El Puerto Libre el Martes, Noviembre 15th 2011. en Cultura, Educación,Personajes, Región    




Pago de Chile: es más conocido y reconocido en Perú que en su propio país.
Que en regiones sea común que los propios escritores vendan sus libros entre sus contactos, amigos o a quienes se los soliciten a través de las redes de información no es para nada extraño, pero que un escritor, un estudioso, un erudito venda libros de otro u otros, postergando su propia identidad literaria, ya empieza a parecer bastante raro.
(Patricio Barrios Alday) Está todos los días en el paseo boulevard de 21 de Mayo, en el exterior de la Caja de Compensación Los Héroes, confundido con las románticas canciones de un dúo callejero y bolerista que hace las delicias de los enamorados de siempre, de esos que seguimos tomando la mano, susurrando al oído o acariciando una mejilla. Allí ha construido su mundo, como si los boleros fueran su propia historia o la historia de los otros transformada en la suya, como si los boleros lo mantuvieran unido por siempre al amor de su vida, como si esas voces cálidas y nasalmente antiguas lo trasladaran, de ida y vuelta, a los sueños de la Mistral y García Lorca o a los de Neruda y Machado. Allí está, casi inmóvil, bueno casi inmóvil es un decir y casi una realidad, claro está sólo para los que miran, porque los que ven a Bellamín Silva Carrasco, setenta y tres años, nacido un veintidós de marzo en un Santiago que no sufría ni con el smog ni con la sobrepoblación, llegado a Arica el treinta de diciembre de mil novecientos setenta, con dos hijos a su haber y cuatro nietos a su amor, los que ven a Bellamín Silva Carrasco saben que en su interior inmenso cubierto por un pequeño envase bullen las ideas, las palabras, las frases, los recuerdos, la memoria (¡qué memoria tiene Bellamín!)…
No he conocido otro hombre con mejor memoria que Bellamín. Es un placer hasta infantil (lo confieso) conversar con él. Es como cuando niños (¡chiquillos de moledera! Decía mi abuela Pancha) tocábamos un timbre y arrancábamos porque inmediatamente salía la gente de la casa… así es conversar con Bellamín, como tocar un timbre pero no arrancar, sino esperar el click del magneto para que venga todo lo aprendido, lo aprehendido, lo capturado, lo acumulado y salga hacia afuera y poder descubrir que uno todavía está en construcción y que, en realidad, no sabe casi nada.
Bellamín Silva es un estudioso, un erudito, un biógrafo de Gabriela Mistral y de Pablo Neruda (¡lo sabe todo de ellos! ¡Qué peligroso!). También ha estudiado a Federico García Lorca y a Antonio Machado. Escribe desde 1962. Tiene dos libros publicados y cinco libros inéditos. Su trabajo silencioso, minucioso, cariñoso le ha significado recibir diversos reconocimientos, pero ¡oh! Pago de Chile, es más conocido, reconocido y respetado en Perú que en su propio país.
Si tiene un par de minutos (no importa que, después, se transformen en más de una hora) dese una vuelta por 21 con Prat. Atrás de una pequeña mesa atestada de “libros de otros” aparecerá Bellamín. No se equivoque, no está inmóvil. Viaja por sus caminos interiores a una velocidad impresionante. Mírele los ojos. Siempre están sonriendo. Le gusta manejar rápido. Pregúntele cualquier cosa y podrá aquilatar cuánto le estamos debiendo.
Espero que, algún día, los responsables de los programas y planes de estudios de nuestra región lo lleven a los colegios y le permitan contarles a los niños y a los jóvenes de las vidas de los escritores que son bastante más que versos y prosa… más bien, como la de él mismo, son grandes corridas a toda velocidad.